Primera visita que hacemos a esta sidrería abierta al público en 2001 y dedicada también al agroturismo.
Asistentes: Edu y Nesss
Previo
Esta vez nos dejan mano a mano los amigos, qué peligro. Quedamos a la hora de
comer en el Antiguo, donde tras tres pinchos y un kalimotxo en el Garay pillamos
bus a Hernani. Trago en la Bodeguilla donde tanto Blues le da ganas a Nesss de
recoger algodón y hacer vías de tren (Edu rememora a Woody Allen y quería oir a
Wagner para que le diera ganas de invadir Polonia). Para evitar el tocomotxo de
los taxis, como ya habiamos planeado dias antes por si el tiempo acompañaba (esa
noche alerta amarilla por nevada), decidimos ir andando desde Hernani a Artola,
una de las sidrerías de Astigarraga aún no visitada por haberla abierto despues
de la Sagardo Bira. Llevamos minilinterna para las zonas oscuras. Edu hace un
probaketa de polares de Nesss para protegerse en la sidre. Subimos por Zelaia
aunque dudamos si subir por Gurutzeta. Poco después estamos a punto de rajarnos
por la oscuridad pero la Luna creciente nos anima a seguir con su luz. Tras el
arf-arf (donde casi tenemos que empujar un coche), preguntamos por Artola en
Oiarbide a la hija de Boitila, la cual se rie con nuestra puta ocurrencia de ir
andando por la noche y con la rasca que hace, pero nos indica que hay que rodear
el caserío y aún queda cacho. La minilinterna hizo su papel en las encrujijadas
para leer los carteles indicativos y cuando se acercaban coches para alertarles
de nuestra presencia. Bonitas vistas desde arriba del Valle del Urumea, aunque
se aprecia la degeneracion poligonera y scalextricera de los ultimos años. En
total 40 minutos de Hernani a Artola (20 hasta Zelaia, 10 a Oiarbide arf-arf, y
otros 10 hasta Artola).
Sidrería
Sidreria casta con kupelas de madera (siete clásicas, una de ella vacía y tres
abiertas) y metálicas aparte (tres, dos de ellas abiertas). Poca gente y casi
nadie vasco, parece más conocida por el agroturismo que por sidreria. Nos tocó
casualmente la mesa junto a la tronera del siglo XV. Pasamos de sentarnos. Tras
decir mil veces Edu por el camino que se meaba (malditos icebergs), por fin va
al baño y es entonces cuando una chica (aka Andoain, la única clienta hasta
entonces) departe brevemente con Nesss en una kupela. Descubrimos que los
abridores son de quita y pon así que acabamos probando de todas las kupelas, y
haciendo que los pardillos bebieran de las que nos gustaban.
Nada mas llegar nos sacan una cazuelika de choriceta a la sidra, que debido al
arf-arf de la subida nos sabe a gloria. Enseguida una tortilla de bacalao grande
y rica, que cuesta comerse entre dos, lo que provoca el funesto recuerdo de
Gorria en Igeldo. Nada mas acabarla y cuando Nesss se va a mear, nos sacan sin
tregua dos tajadas generosas de bacalao, tan cubiertas de pimiento verde que
hubiera puesto en apuros hasta a Josune; el fantasma de Gorria se cierne cada
vez más sobre nosotros porque ya casi estabamos llenos... o sin casi. Pedimos
tiempo muerto a Xabi, el cashero (lo que hará que a esta sidreria la llamemos
Xartola a partir de ahora; no confundir con el profesor Xabier ni con el
profesor Xavier) para que se tranquilicen con el ritmo y nos dejen beber
tranquilos. Cuando toca, sacan un txuletón estrecho pero alto que nos deja
alucinados, con mucho borde y demasiado hecha aunque la carne iba a
mejor segun te acercabas al hueso, estando deliciosa en los ultimos bocaos. Con
un par de cojones que no con hambre, y ante la sonrisa de Xabi (que era el doble
de Randy Quaid, el loco maravilloso de "Independence Day"), pedimos una segunda
txuleta pero más pequeña que la anterior, lo cual no debio oirlo el Xabi porque
nos saca una mas baja pero mas ancha, eso si, mejor que la otra, menos hecha; no
podemos acabar los ultimos bocados (como andarian los estomagos ya). De postre,
dos tipos de queso buenísimos, algo de membrillo, y buena cantidad de nueces,
muchas negras (el sobrante acaba en los bolsillos). En total, 27 euros cada
solamente, lo cual es sorprendente porque es el precio que anunciaban en la Web
y repetimos txuleta. Esto la convierte en una de las mas baratas que recordamos
de los últimos años.
El ultimo derbi en el viejo San Mamés se convierte en protagonista ya que
Andoain encendió la tele en otro reservado, lo que nos hace departir más con las
tres parejas que había (los dos grupos de gabachos iba a la suya y no se
levantaban ni a tiros). Ilustramos a los cantábricos a depurar la técnica de
beber sidra, muy majos todos. Edu se queda encerrado en el reservado del baño,
sin interruptor de la luz, y menos mal que llama a Nesss por el móvil quien va
en su ayuda y abren la puerta sin problemas, porque ya le iba a dar el
perrenque. Nos vamos no sin antes besarnos media docena de veces con Andoain,
ébria de gozo por la victoria de la Real, entre otras razones.
Para seguir con la machada, decidimos volver andando a Hernani, pero esta vez
bajando por Gurutzeta, por conocer y porque nos dicen que es más corto. La
verdad, si que hay menos curvas, la bajada es más tendida que por Oiarbide pero
al final la longitud es parecida y lo peor es que acaba en una curva a la
izquierda con bajada a plomo que si comienzas subiendo por aqui, te fundes a la
primera.
Epílogo
Camino de Hernani adelantamos a cuatro cacereñas acólitas de Belén Esteban que
venian de Oialume Zar; el nivel de chonismo era tan exhacerbado que aprovechando
el cruce con la Ertzantza, apretamos el paso y las dejamos atras. Un trago en El
Caserio, repetimos Bodeguilla donde hay cónclave de calvos e incluso se nos
acerca el bertsolari de Illarramendi. En Eko's echamos en falta a Diego para
pastorear las juanchitas, en el Apeadero gustaron los montes de Guipuzcoa, y
finalmente tomamos las últimas en El Caserio, dando de comer nueces a las
camareras y a nuestro bertsolari favorito que nos invitó a una ronda. Ponen
"Levels" a peticion de Edu. Dos de las chonis cacereñas demuestran su depurado
estilo Gandia Shore haciendo el baile del apareamiento subidas a las mesas, con
mostramiento de tanga incluido. Al final recena en Nesss (longaniza, fuet,
queso) y charleta hasta las 5:30 sobre la crisis economica. Y a la cama, porque
lo mejor es que hemos decidido que mañana tenemos sidreria otra vez, esta vez
para comer, maldito XX aniversario!!